viernes, 18 de marzo de 2011

Cuando me miró a los ojos por primera vez, volví a ser niña. Su mirada limpió la mía, y en un segundo me devolvió toda esa inocencia que había perdido en el camino a la supuesta adultez. Yo, estallando en sensaciones, bajé la mirada y sonreí tímida. Y sin saberlo, de repente, lo amé para siempre.


2 comentarios:

cletus dijo...

Que hermoso escrito, me encanta el clima sedoso que este transmite y la foto brota felicidad a la par.

CleTuS...

Diego Lapiz dijo...

Ehhh que buen blog! No lo conocía. Mis felicitaciones Cande! Me pondré al día con tus escritos!
Besos!
D.
PD: La palabra clave que me tocó: Pepor