No siempre estoy de acuerdo conmigo misma. Más bien nunca.
Mantengo largas discusiones con mis distintas voces y miradas. Y rara vez llego a una conclusión.
Me disparo en direcciones opuestas, me polarizo. Soy una y soy muchas. Carezco de certezas, aunque me sobren opiniones. La verdad es que no creo en una verdad, si no en muchas. En la de cada uno, en la de todos, en todas las mías. Creo en la honestidad, en las no-vueltas, en el sentir y hacer. Creo en lo simple. En la simpleza de los hechos, de las emociones, de la esencia. En el dejarse ser, dejarse ver, dejarse ir y dejarse volver. En el permitirse, en el ser libre con uno mismo, en el escucharse, en el conocerse, descubrirse, aceptarse. Abrir esa cajita que tenemos dentro y empezar a hurgar, sacar, ventilar, reciclar, y desordenar para volver a ordenar. Dejarnos sorprender. Permitirnos el caos y también la tranquilidad. El miedo y el coraje. El amor y el odio. La risa y el llanto. El sacrificio y la pereza. El negro y el blanco, y el gris también. El sí y el no, y el tal vez también. Los polos opuestos, y las medias tintas... aunque estas últimas sean las que más me cuestan.
1 comentario:
si. supongo. "no-sé". así con luces de colores y colgando, es lo único que últimamente se me aparece en la mente.
si. si. tu último escrito fue un golpecito seco y directo a mi sien.
un golpecito que me hace bien... esos que a veces ayudan a hacer arrancar objetes inertes (o inhertes? ...sin ganas de googlear, menos de buscar diccionario).
igual, es hora tal vez de empezar a hurgar, sacar, ventilar, ordenar mi cajita.... supongo que estoy buscando el coraje... el impulso... llenando de aire los pulmones para soplar...
qué te importa no?
un beso langosta!
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