domingo, 19 de abril de 2009

Que llueva, que llueva...

La vida te da y te quita. Una de cal y una de arena. Un día se está arriba y otro seis metros bajo tierra. Todo pasa. Lo bueno y lo malo. Y todito hay que vivirlo, parece. Así que a ponerse las botas de lluvia y a chapotear de charco en charco. Que si no, nos tapa el agua y ahí te quiero ver. Que mejor salir y mojarse que quedarse adentro seco. Que a veces en medio de la lluvia también nace un arcoiris. Y entonces el paseo se hace más ameno. Que ni hablar de cuando encontramos a alguien en medio de la tormenta. Que entonces remamos de a dos y a algún lado llegaremos.
Que siempre que llovió paró, dicen las abuelas. Y yo le hago caso y salgo sin paraguas. Que un chaparrón no es tormenta, y una tormenta no es temporal. Y el temporal es eso, es temporal y se va.
A mojarse entonces! A empaparse! Que llueva cuánto quiera que yo, mientras, bailo bajo la lluvia.
Y quién me quita lo bailado!

2 comentarios:

* dijo...

perfecto, como todo lo q escupis de esa cabeza....
ya me estoy poniendo las botas de lluvia (imaginarias, porque hace muchos años q no tengo botas de goma... una lástima) y a caminar, caminar y chapotear... bailar, no prometo nada, haré lo que pueda... puede q no se diferencie mucho del chapoteo...

abrazo con agua de lluvia, en gotas pero abundante

* dijo...

Qué llueva, que llueva!la vieja está en la cueva,los pajaritos cantan, la vieja se levanta..que sí!que no!que caiga un chaparrón!