domingo, 22 de febrero de 2009

Es mi camino

Y sí. Elijo yo. Yo, yo y yo. Yo elijo qué quiero y qué no. Qué me hace bien, qué necesito. Y aunque un poco duela, siempre es mejor deshacerse de lo que puede dañarnos. Eso aprendí. Me dí cuenta de que puedo elegir, por más obvio que sea y/o suene. No me voy a quedar esperando la decisión del otro. Porque el otro elige lo que quiere para su vida, y yo para la mía. Simple. Simplísimo.
Mi vida la hago yo.
Punto final.

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