domingo, 4 de enero de 2009

Con A de Amor

El problema es que yo me encariño con la gente. El problema es que quiero demasiado. Es que así me enseñaron a querer ¿qué le voy a hacer? Si te quiero, te quiero con todo mi ser. Desde el alma. No hay medias tintas. Todo o nada.
Creo en el amor por sobre todas las cosas. En el Amor, así, con mayúscula. De ese que te infla el pecho de sensaciones y te cachetea de felicidad. Creo en el Amor en todas sus formas y sentidos. Creo que el Amor salva, si uno está dispuesto a ser salvado. Creo que cuando uno ama, el alma se despierta y vive mucho más. Creo en el Amor puro, genuino, sin buscarle tanta explicación y por qués. El Amor es. Y ya. Y lo vivís o lo dejás pasar. Y yo elijo vivirlo, con todo lo que eso implica. Sé que donde hay Amor, también hay dolor. Porque el que es receptor y dador de este Amor también sufre, enferma, se va... no es eterno ni inmune. Pero el Amor sí. El Amor, ese Amor con mayúscula, permanece. No sé bien dónde es que permanece, si adentro de uno, si en otra persona o si queda flotando en el aire y se transforma en otra cosa o en otro Amor. No lo sé. Pero queda.
Hay gente que no lo entiende. No me entiende. Ya sé, es una creencia cursi, simple dirían algunos... pero realmente creo que es así. Y las creencias no se discuten. Se creen o no. Cualquiera que haya amado realmente desde el alma sabe de lo que hablo.
Amor.
Nada más ni nada menos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me hiciste llorar.
Ri