Qué buenos son los reencuentros. Mucho amor. A baldazos. Al por mayor. En cantidades industriales, cósmicas y siderales. En Buenos Aires o en La Quiaca. Con nariz o sin nariz. Haciendo malabares o estudiando para ser contador. En la pupila o en el zapato. Historias y más historias. Ellos pasan, nosotras quedamos.
1 comentario:
gran verdad la última oración. gracias por esta sopapa.... bálsamo para mí...
te amo lobster delirante!
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