La vida te da y te quita. Una de cal y una de arena. Un día se está arriba y otro seis metros bajo tierra. Todo pasa. Lo bueno y lo malo. Y todito hay que vivirlo, parece. Así que a ponerse las botas de lluvia y a chapotear de charco en charco. Que si no, nos tapa el agua y ahí te quiero ver. Que mejor salir y mojarse que quedarse adentro seco. Que a veces en medio de la lluvia también nace un arcoiris. Y entonces el paseo se hace más ameno. Que ni hablar de cuando encontramos a alguien en medio de la tormenta. Que entonces remamos de a dos y a algún lado llegaremos.
Que siempre que llovió paró, dicen las abuelas. Y yo le hago caso y salgo sin paraguas. Que un chaparrón no es tormenta, y una tormenta no es temporal. Y el temporal es eso, es temporal y se va.
A mojarse entonces! A empaparse! Que llueva cuánto quiera que yo, mientras, bailo bajo la lluvia.
Y quién me quita lo bailado!
2 comentarios:
perfecto, como todo lo q escupis de esa cabeza....
ya me estoy poniendo las botas de lluvia (imaginarias, porque hace muchos años q no tengo botas de goma... una lástima) y a caminar, caminar y chapotear... bailar, no prometo nada, haré lo que pueda... puede q no se diferencie mucho del chapoteo...
abrazo con agua de lluvia, en gotas pero abundante
Qué llueva, que llueva!la vieja está en la cueva,los pajaritos cantan, la vieja se levanta..que sí!que no!que caiga un chaparrón!
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